Nunchi:
Vi a Áaron en toalla, y recordé.
Me acordé de cuando estábamos en casa de mi tía y teníamos que hacer el recorrido caótico.
6:40 am, ponte la sudadera en medio de la obscuridad. Ver la farola de afuera, con una luz tan ámbar. Y entonces voltear a ver como amanecía. El cielo era rojo con amarillo de diferentes tonalidades, pero no era mío. Caminar en medio de los transeúntes que aun están somnolientos. Sólo era una cuadra pero era eterna. Subir con buena cara y esperar el turno a bañarme, ver a mi abuela era lo grato.
Salir a la par de Pamela y empezar, otra vez.
Nadie sabe esto, solo los que lo vivimos. Cada quien lo vivió distinto.
Mi tía tiene cáncer y no deseo mal, pero tampoco me importaría si algo le pasara. Porque nunca he pedido que algo que la favorezca le pase, pero tampoco que algo que la arruine. Me entristece eso. No soy ese tipo de persona, pero con ella lo soy.
Me entristece haber perdido lo poco que tenia con mi prima. Pero me alegra que haya sido.
La casa de mi tío, sus aromas, lo cálido, es un lugar duro para mi. Ya te veía cuando paso. Nos quedamos a cuidar su casa, sabíamos que no era nuestra, pero Aaron, mi mamá y yo nos sentimos en casa. El cobertor de plumas blanco pesado, como me encantan, y una cama para mi sola, en una habitación para mi sola. Fue la tregua que me dio espacio, me sentía inefable, sentía dicha, no tenia nada, pero sentía que lo tenia todo.
En las noches de lluvia intensa recuerdo ese 15 de Septiembre y me alegra tanto que este no haya sido como ese, ni como los demás, agradezco no tener que ir a un hotel. Ese día me hace extrañar a mi tío Fabian porque nos llevaba al camellón a ver los fuegos artificiales. Y ese recuerdo me mantuvo ese día.
Hablando de fuegos artificiales, me da miedo que llegue Diciembre, ese espacio en el que estoy sola en el balcón de mi abuela y le pido al universo un deseo que me marca el próximo año.
El año pasado pedí crecer. Nunca dimensione mis deseos, porque no sabría hacia que fronteras me llevaría todo. Pero lo pedí.
Este año he aprendido mas de lo que siento que aprendido en mucho. No solo de ti, ahora hablo mejor ingles y se estar en obra jaja.
Entonces paso.
Era exacto como escuchar There is a light that never goes out: "Drive me in your car I never never want to go home because I haven't got one, anymore".
Y todo resulto, logramos mudarnos, sentía que todo iba hacia algún punto y si: Entonces fui a la esquina del té y ella termino.
Y enloquecí, Encontré una parte de mi que no conocía y frustración toco a mi puerta, porque, ¿Como era posible que lo que creía mas seguro nunca lo fue? ¿Como era que no me había dado cuenta?
Y grite y llore y me senté en la escalera con Max y Gala y fuimos jauría y me perdí en cada instante que barría el patio para ellos, en cada ducha, en cada frase, porque ahora todas las frases me parecían llamativas y todo tenía un significado bidimencional. Y no dormía y todos decían que debía de comer y me detuve a pensar hasta donde llega mi necedad. Y me zarandeabas cada miércoles y me dabas oxigeno, que para el viernes era solo una frase en voz baja. Y corrí hacia la orilla que me pareció mas segura, pero la orilla de esa isla era solo el preámbulo de la selva y desmitifique el mas grande de los paradigmas de mi vida y no me sentí vacía, mejor dicho, me sentí llena de basura por todo el tiempo que había perdido por alguien y entendí que era lo que había estado haciendo mal todo este tiempo. Y con claridad lo entendí antier. Entendí por que es que hay cosas que las siento así y que no soporto.
Y cante Dust Clears hasta que ya no tenía voz y me sentí alegre cuando me di cuenta que por alguna extraña razón ya no me enfermaba y que salia de la ducha a la terraza, con ropa y empapada, después de bañar a Max y que no me daba gripe, que comía tacos mucha salsa y no me dolía el estomago.
Entonces me prestaste el libro que forre con bordes amarillos y entendí mas. Y cree nuevas perspectivas y fui dichosa por no ver igual al amor y por verlo con otra cara y verlo distinto. Porque ahora lo veía bien, con todas las aristas, tan sencillo que es.
Y entonces deje de culparme por tener tiempo y no tener con quien dormir y empece a dormir otra vez.
Entonces apareció. Entre Milan Kundera y la esquina del mueble de madera me pregunto cosas con tono francés y me emocioné.
Y me enamore tan rápido que no me di cuenta cuando ya lo había dado todo y sin dudarlo.
Y fui plena en el sillón, en las comidas, en la tv, en las visitas con mamá, en las tocadas de timbre y en la puerta una visita y me sentí infalible.
Y entonces la complejidad de las emociones que no se empatan,comenzó. Y no supe como decir que no hasta tres meses después y aun ahora que me lo pregunto. No se como le hice pero lo hice. Al igual que cuando vine a vivir acá y que cambie de trabajo. Sólo fue una onda eléctrica me dijo "Vamos" y pues fuimos.
Y no necesito hablar mas de ella porque ella cambio mi todo y mis pedazos de nada. Fue y fui por ser.
Cierro los ojos y me siento sola en la orilla del pasto, como aquel sueño donde soñé a mi tía. Imagino las estrellas pasar y es como me siento ahora. Es como madrugada con brisa y viento, es como tu canción favorita en un concierto, es como cuando apuestas y tu equipo gana y no lo creo.
Pienso en Karla y pienso en Bruno. Y todas esas cosas por las cuales fui feliz, aunque ya no están. Pienso en las risas de todos mis amigos, pienso en las veces que mi mamá llora a carcajadas y en las platicas deliciosas que tenemos. Pienso en Irvine. Pienso en los paseos con mis perros y su forma tan singular de ser, pienso en cuando mi papá me ha dicho que soy lo mejor que le ha pasado, pienso en el otro día en el marco de la puerta, mi hermano me abrazo y me dijo que me amaba y cada que lo recuerdo soy tan feliz que lloro. Estoy aquí, aún no se como, pero me siento invicta después de tantas pruebas, me siento sempiterna.
Justo eso sentí en la madrugada que escribí en ese plano para ti y quería dejarlo en alguna parte, recordarlo en un sitio, plasmarlo para confirmar como los pellizcos que es real.
Y todo empezó por que vi la toalla de Áaron.
Y estoy consiente que quedan remanentes de algo, que me enoja, que aun dispara ciertas cosas, pero he tirado tantos costales este año, que he llenado los contenedores de mi casa de tanta basura y ahora me siento como lo que físicamente peso. Me pregunté en que basurero estarán todas esas cosas y no pude responderme, sólo sonreí.
Me acordé entonces de la lección de rosquita azul que me diste un día, todo cabe en todas partes, pero no necesita necesariamente estar conmigo.
Y aún no se donde encontrar lo que quiero porque tengo parámetros diversos en situaciones infinitas.
Aun siento que no es suficiente y que me encantaría que pasara algo increíble, pero lo pienso y esta pasando. Me siento tan afortunada en tantos momentos porque es justo lo suficiente.