domingo, 31 de mayo de 2015

Dust Clears

Me tarde en comenzar esto, hubiera estado bien plasmar mi cambio desde el principio.

En este domingo hace frió. Cierro los ojos y me remite al agua del río que pasaba al lado de La Pitaya,las piedras negras como la tierra y el agua helada como para despertar. La humedad fría y penetrante, humedad de vida, hojas verdes, arboles abundantes, una vereda hasta el fondo de la casa y las estrellas, bendito espacio estelar que nombra mi nombre y me mantiene cubierta con su manto. 

Cierro los ojos y deseo el tintineo de la cuchara al revolver el azúcar en el café de mi abuelo, de aquel balcón de esa casa, de casa.

Sentí como si hubiera sido una especie de eternal sunshine of the spotless mind.Como si la memoria te diera una segunda oportunidad. Estaba bobeando e Tinder y te encontré, como si algo deseara recordarme que ahí estas. 

Tal como se abrió se cerro.

Te acuerdas?

Empezó muy raro. Estefania no había querido seguir platicando conmigo y eso me lastimo, me removió una parte intima dentro de mi ego. Estaba molesta y tu comenzaste a hablarme, honestamente me dio igual por una milésima de segundo hasta que empece a jugar ese juego otra vez.

El que jugaba todo el tiempo, de ir de leana a leana, intermitente y realizada hacia las cosas que no se connotan de esta forma. Me desmorone y me arme muchas veces por lanzarme a lo desconocido y recaer en lo conocido porque es mejor mal conocido a bueno por conocer. Y ahí estabas, como respuesta al rescate y a la hambruna. La hambruna y el rescate era mutuo.

Dos personas incompletas, intentando tapar los espacios de la otra persona quitándose fragmentos propios, suena heroico, suena romántico. Pero sabes era un proyecto disfuncional. 

Y así fue; nos besamos, que muero porque besas delicioso. Que me perdí en tus abrazos, porque abrazas con el alma. Porque se que intentaste darme todo lo que pocas personas han recibido de ti. Pero me diste y te di todo lo que me sobraba de alguna parte de la alacena caduca de nuestras expectativas y allanamos nuestros miedos. 

Y me compartiste música, no he logrado encontrar con quien compenetrar musicalmente. Y te necesite y eras droga que saciaba mi vació y que reforzaba tus perdidas. Y te desnude y te regale un espacio y te pedí que me abrazaras y que durmieras en mi espalda, en mi vientre, en mi. 

Y parecía idílico, no discutíamos casi nunca y si me enojaba decías cosas que me hacían entrar en razón pero abajo de esos cimientos mal estructurados había aire listo para vaciar y desvariar todo ante la mas mínima provocación. 

Yo hubiera preferido muchas cosas y se que tu también. Por eso estamos así.

Y te conté todo lo que quisiste y me mostraste con confianza los mensajes de aquella persona en aquella situación y confiaste en mi y confíe en ti, pero no fue suficiente porque no compartimos intimidad.

Y toque tu piel y acaricie tu piel y me reí de tus chistes y te regañe cuando no tomabas medicamentos o cuando no te cuidabas y me cubriste de la lluvia me llenaste de calor y juntas nos sentamos a ver como se avecinaba el frío en esa montaña y nos reflejamos en el agua de ese lago y tuvimos un momento para agradecer. 

Y la estación cambio. 

Y me canse de estar enferma cada mes, llore y te lo dije y me cuidaste esa tarde y le pedí al mundo respirar. 

Y realice una llamada y me retome planes inconclusos y no me importo si el mundo estaba de acuerdo o si estaba en el abismo de lo desconocido, porque ese abismo fue distinto a los que usualmente he pisado. No tenia nada que perder. Y comencé a escalar mis limites y a mirar mis horizontes y dejaron de ser horizontes, ahora parece una llanura infinita que puedo recorrer cuando quiera. Y ahí dejaste de querer. 

Comencé a sentirme fastidiada de no encontrar el canal en el cual te proyectabas, y se potencializo tu silencio. Y te busque en lugares en donde estabas y a los cuales no has llegado y me sentí asqueada de lo mismo, de no poder escucharte, de igual todo y te dije que esto lo veía finito y me quise ir.

Y tuve miedo de que lo descubrieras y lo descubriste. Y me sentí descubierta y me sentí traicionada por mi obviedad y me perdí.

Y te abrace y lloraste e intente llorar pero no se porque no pude. Y caminaste y corrí tras de ti y te abrace como siempre y como nunca y me fui. 

Y llore y no me encontraba y soñé, soñé contigo y te pedí que me dejaras dormir y me pedí que pudiera dormir y me pedí dejar de soñar contigo. 

Y deje de confiar en ti me sentí traicionada y hubo un momento de silencio ante eso. 

Y te pedí que lo reconsideraras. Y me dijiste que no es así. Y si, no es así.

Y me buscaste de forma extraña y me dijiste que eramos amigas y no, tampoco es así. 

Y te pedí que desaparecieras y desapareciste.

Y lo demás fue desvarío, motivado por el dolor.

Y entonces comenzó a sonar. Y camine y leí y salí y bebí y me caí y me levante y corrí y cerré los ojos y no comí y comí mucho y no dormí y dormí mucho y me vacié y no sentí frió y sentí frió y reí y cante, cante mucho y saliste en cada silaba que pronunciaba cuando cantaba Dust Clears. 

Y agradecí esta oportunidad, te agradecí y cante mas.

Y aquí estoy, frente a la pantalla de mi Ipad viendo tus fotos de Tinder y la ultima yo la tome, me has formado un espacio en el estomago pronunciado por la sorpresa y respire.

Y te he dado X y puedo respirar el significado de la oportunidad de elegir, ya que una vez fuimos una medida desesperada y esto no es una medida desesperada. 

No sabre si tu hiciste lo mismo, pero no, así no es así. 










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