Al principio sentí que tenía que escribirle a Nunchi, pero no.
Estaba en el umbral de la puerta con Gala acostada a mi lado y mire hacia el cielo, el cielo de invierno es el mas azul de todos, es profundo y puedes ver a la inmensidad del infinito, incluso aquí en la ciudad, incluso con todas las luces hay un tanto de obscuridad.
Me gusta estar en la terraza de Max respirando el viento de cada estación, me gusta ver hacia la torre de Pemex y perderme en las luces.
Me gusta ir en los vuelos nocturnos porque no se dormir y las luces de las ciudades son como estrellas.
Y entonces estaba sentada y me sentí agradecida por este año y porque continuo sintiendo que soy afortunada. Siguen pasando cosas.
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